martes, 13 de diciembre de 2011

RETIRAR LOS HONORES A LOS ALBAS

Pide a la Junta que retire título de Hija Predilecta de Andalucía a la Duquesa de Alba
En la plataforma
http://actuable.es/peticiones/pide-la-junta-retire-titulo-hija-predilecta-de ,

el PA ha colgado una carta en la que solicita al presidente de la Junta la retirada del reconocimiento a la Casa de Alba por ser "ejemplo de terrateniente" y porque el mismo "choca claramente con uno de los símbolos de Andalucía, el himo que compuso Blas Infante y cuya letra alienta a los andaluces a pedir tierra y libertad". Además denuncia "la poca representatividad de esta familia de la sociedad andaluza y la falta de respeto a Andalucía".

La Duquesa de Alba recibió el título de Hija Predilecta en 2006 en el tradicional acto institucional que se celebra cada 28 de febrero en el que se conceden las Medallas de Andalucía y títulos de Hijos Predilectos de la comunidad. El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) protagonizó en aquella ocasión una sonora protesta a las puertas del Teatro de la Maestranza, donde se celebraba el acto. Cayetana de Alba los calificó entonces de "locos" y "delincuentes", lo que le valió una denuncia por injurias del SOC de la que fue absuelta.

El pasado domingo, La Sexta emitió en programa Salvados, de Jordi Évole 'El Follonero, dedicado al antiguo Plan de Empleo Rural (PER) y al subsidio agrario tras las críticas vertidas en la pasada campaña electoral por el líder de CIU Josep Antoni Duran Lleida. En el mismo aparecían testimonios de jornales, empresarios y propietarios de tierras como la Casa de Alba. En la entrevista a Cayetano Martínez de Irujo, éste firmaba que en Andalucía "la gente joven no tiene el menor ánimo de progresar", mostraba su rechazo al subsidio agrario y su acuerdo con Duran Lleida, lo que desató una polémica inmediata en las redes sociales y le valió ayer la reprobación de todos los partidos políticos en Andalucía.

http://www.dalealplay.com/informaciondecontenido.php?con=400445





1 comentario:

alquivir dijo...

Desgraciadamente, el trabajador de hoy, está perdiendo, y sin oponerse, a los logros conseguidos por el trabajador de ayer.